lunes, 22 de noviembre de 2010

El errante (exiliado II)


Cuentan que el errante dijo

aquí me siento y respiro
con el aire del último suspiro,
que todo su pasado maldijo
cansado de estar en medio
del hastío y del tedio.

Cuentan que caminaba
vagando de lugar en lugar,
en sus viajes solía meditar,
a veces su paso pausaba
para ponerse a contar
historias a quien quisiera escuchar.

Y así solía sobrevivir
conseguía su hambre matar
y sus tripas silenciar.
Daba sin esperar recibir
nada a cambio de narrar
historias que solían impactar.

Mientras por dentro se pudría,
se enfermaba y agonizaba
por la pena que le atormentaba,
la que siempre le dolía,
siempre le atenazaba
pero su voz nunca silenciaba.

Vivía de ciudad en ciudad,
hoy aquí y mañana allí
me dijo cuando le conocí,
viajo buscando la felicidad,
la que una vez perdí
y me ha traido hasta aquí

mi viaje un día no podré seguir
y debo hayar un lugar
que no me haga bostezar,
allí esperaré a morir
pero hasta que lo logre encontrar
mi destino es vagar y viajar




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