viernes, 8 de enero de 2016

Generación 8.0 Parte 3

Parte 3

 
Haré un punto y aparte en la historia puesto que saqué la profesión de la pescadera ambulante que
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recorría las calles a gritos para recordar otra profesión muy de la época que a día de hoy tampoco se debe ver mucho,el afilador,si nosotros habíamos creado el superpatinete,el afilador de mi barrio había creado la superbici,que máquina de precisión llena de cosas preparada para recorrer las calles con el sonido de aquella especie de armónica que tocaba en cada esquina para que todos supiésemos que había llegado para afilar lo que hiciera falta y los niños corríamos como los ratones tras el flautista de Hamelin al compás de su música,por no hablar de cuando el grupo de gitanos llegaba con la cabra y la escalera y pensabas estar viendo el mayor espectáculo del mundo.Seguramente esas profesiones y muchas más ya perdidas merecerían un apartado especial,alguna de ellas las nombraré más adelante.Pero estábamos hablando del cole y me quedaba con cierto sabor amargo de que pensarais que todo era estudiar y llevar leches,para que calamáramos los ánimos nos soltaban a aquello llamado recreo para que esparciéramos,decir que mi cole no tenía patio propio,le prestaban el de la escuela de empresariales que había al lado,pero ese patio solo lo disfrutaban los niños mayores,a nosotros nos soltaban en un callejón peatonal en el que a cada lado había una pequeña vaya,que no era insalvable,pero para controlar que no saliéramos de allí ponían a un profesor a cada lado del callejón y en especial recuerdo a uno,pequeñito,ya mayorcete,que tenía fama de repartir hostias como panes,me acuerdo por verle caminando de lado a lado de aquella vaya con un silbato atado con una cadena que iba enrollado y desenrollando en su dedo con cada paso que daba y que lo hacía sonar cuando terminaba el recreo,llamadme loco,pero con aquella imagen de ver como nos vigilaban,con la pinta y fama de aquel profe y saber que en el interior estábamos recluídos y que a la mínima te iban a castigar,si no era dándote una leche era castigándote sin salir al “patio”,¿a que se os parece todo eso?a vosotros no sé,pero a mi me parecía como una cárcel de esas que veías en las pelis.
Lo mejor sin duda,era cuando sonaba la campana de salida,si,mis vecinos de barrio iban a colegios con patios enormes,incluso a falta de uno,con varios y en la mayoría tenían una sirena,cuando te preguntaban decías,na,nosotros tenemos a un conserje que toca la campana,tanto para entrar como para salir,es un tipo tan...tan...tan...conserje...Y que salidas,ni las de la fórmula 1 oiga,aquello eran estampidas en las que en más de una ocasión caí preso arrollado por alguno de los niños mayores y rodando escaleras abajo,pero daba igual,no había dolor y éramos de goma,nos levantábamos y corríamos,nos íbamos para casa,o bueno no,tal vez hacíamos una parada técnica antes ¿en dónde? Pues justo enfrente del cole había un kiosco,uno de esos míticos que ya también se han perdido,de los que estaban metidos en el portal de un edificio con su mítica ventanita por la que te atendían y aquel kiosco era muy especial,lo regentaba un mago y a la vez que te comprabas una chuche,si tenías suerte,te llevabas un truco de magia de regalo,eso si que es marketing del bueno y no los anuncios del refresco negro ese,así daba gusto gastarse el poco dinero que tenías.
En las salidas,a los demás compañeros solían venirles a buscar sus padres,a mi en cambio no,mi padre trabajaba de noche y por las mañanas dormía,mi madre trabajaba y a esas horas tampoco podía,a mi me venía a buscar una señora de pelo blanco,una vecina me aclararon años más tarde,siempre,menos una vez que esperé y esperé casi hasta llegar al llanto hasta que el rugido de un motor me despertó de mi tristeza,el motor lo conducía mi padre que apareció allí en un 600,sin duda era mi coche de la suerte,que le habían prestado para darme una sorpresa,tal vez el rugido de aquel coche no fuera el más sonoro del mundo,ni el coche fuese el mejor modelo existente ni el más moderno,pero aquel día me sentí el niño más alto,más grande,el más feliz y el más todo del mundo 10
y eso que a poco más y tengo que poner una escalerilla para subirme al coche pero me daba todo absolutamente igual.
Y así se pasaba el otoño,el invierno y la primavera hasta que te daban las notas y creías que por fin,en verano te ibas a librar de profes y estudios y el muy...te dejaba su regalo de navidad con retraso en la cartilla de notas,con su aquella famosa recomendación de debe seguir trabajando y les sugería que te pusiesen a hacer algún libro de caligrafía tipo edelvives,creo que se llamaban así o mi favorito,el libro de vacaciones santillana,con sus anuncios molones por la tele y su melodía pegadiza.Me imaginaba al profesor en su casa regocijándose por haberte incordiado durante el curso y seguir haciéndolo durante el verano,¿vacaciones santillana?pufff estas vacaciones me salen rana!!!porque además tenías que hacerlo,que a la vuelta de vacaciones tenías que entregarlo y seguro que muchos,al igual que yo,lo harían aprisa y corriendo a última hora del último día de vacaciones,que no éramos de “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”,éramos más de “si lo puedes hacer mañana ¿para qué lo vas a hacer hoy?”y si no...desmiéntemelo.

Generación 8.0 Parte 2




Capítulo 2 Parte 1
Despierta,es hora de ir al cole

 

           De todos los niños de mi calle,fui al que le tocó entrar en un colegio diferente,con lo cúal iba a frontar aquel mundo desconocido en soledad y supongo que me provocaba cierto temor.Todos al recordar dirán yo fui a un colegio diferente,especial,peculiar,pero es que mi cole lo era.Para empezar te hacían presentarte en un edificio donde hacían las presentaciones de los cursos,de tal apellido a tal,a esta clase,al curso A o la letra que correspondiera,lo que hacía a ese colegio diferente a los demás,es que no empezarías las clases en aquel edificio,te llevaban calle abajo como una excursión a otro edificio,comenzábamos al colegio en un instituto,vale,que se llamaba antiguo instituto porque había sido eso pero ya no lo era,pero peculiar comenzar en un instituto ¿no?.Hoy en día tampoco es colegio,es algo parecido a museo,sala de exposiciones,un multiusos vaya,como aquella esquina de mi calle.
Unas aulas en las que cualquiera podía ver si habías ido a clase ya que se veían desde la acera de enfrente,incluso alguna cabeza vimos asomar entre los barrotes que separaban el cristal y la calle,presidido todo por aquel Santón de aquella iglesia que ejercía de conserje y tocaba las campanas para darnos bien la entrada o bien la salida,dependiendo.Pero antes de la entrada venía el peor momento,cuando tu madre entraba en la habitación con aquello de “despierta,es hora de ir al cole”,yo me cogía cada berrinche...y protestaba a grito tendido llorando,era el despertador del vecindario,todos los vecinos con los que me cruzaba me lo recordaban y me soltaban alguna que otra amenaza,eso hacía que me pasara el camino llorando hasta llegar a la plaza que daba acceso al cole,en el que me frotaba la cara y los ojos para borrar restos de llantina y miraba a mi madre para preguntarle “¿se nota que he llorado?” a lo que ella respondía que no,años más tarde me confesó que siempre entraba al cole con los ojos hinchados de haber llorado.Pocos recuerdos más tengo,salvo el pasarme el primer año con aquel mandilón a rayas con el nombre bordado en el bolsillo que supongo que todos vestimos alguna vez,el recuerdo de que cuando preguntaban que quería ser de mayor siempre contestaba “más alto”,primer sueño incumplido de infancia.Lo que más me dejó marcado fue aquel profesor,Don Lisardo,de aquella se les trataba así,de Don,un maestro que rondaría la edad de jubilación y que se pasó los dos cursos llamándome Rafael porque me confundía con otro que por allí había pasado.Fijaros si no tenía mundo que a un compañero que era de León,le pregunté cual era el idioma que hablaban allí,disculpad mi ignorancia pero es que acababa de salir de la calle y allí hablábamos todos el mismo idioma y no conocía gente de fuera.
¿Quien no recuerda los castigos de aquella época?cuando te ponían de cara a la pared o si habías sido muy travieso,de cara a la pared,de rodillas y con los brazos en cruz.Creo que aquel profesor era de los pocos que no usaban la mano para los castigos,esos llegarían en el siguiente cambio,cuando retornabas al edificio de las presentaciones pero ya en el tercer curso escolar.Y mientras en esos años estaban las vestimentas,que imagino que quien haya tenido un hermano mayor sabrá lo que digo cuando tenías que lucir sus modelitos en clase,los que heredabas,lo malo es que mi hermano me sacaba 7 años y eso en el mundo de la moda tienes sus consecuencias.En mi caso hacía lo que hoy se conoce como vintage o retro,volvía a poner de moda las colecciones del pasado y claro como era pequeñito,muy bajito,su ropa me quedaba grande y ahí entraban las
madres de aquella época que todo lo solucionaban con los dobladillos,que no digo que estén mal,pero cuando se trata de un dobladillo en unos pantalones vaqueros hay peligro,sobre todo cuando creces y tienes que desdoblar y salen aquellas rayas blancas sobre tejano azul,que en mi caso llegué a tener hasta tres en un mismo pantalón,si de aquella hubiera existido internet,de mote me habrían puesto wifi,mira,ahí va el niño wifi,acerquémonos a él para gorroneárselo.Y es que claro,lo de los motes es otro mundo y los niños somos o éramos los que más mala leche teníamos a la hora de ponerlos,sin pensar en si le haría daño o no.Dado mi apellido Figaredo,debía resultar muy complicado de decir,resultaba más fácil fregadero o frigodedo,un helado que estaba bastante de moda.Y es que,estaremos de acuerdo en que un niño en nada tiene que envidiar a aquellos grandes de la literatura que estudiabamos en el cole,o a esos poetas,los de la generación del 98 o del 27,cuanta poesía destilábamos a la hora de poner motes.Puede ser que gracias a aquellos niños me entrase el gusto por la rima,Figaredo se chupa el dedo,Figaredo se tira un pedo,sinceramente agradezco no haberme llamado Costoya,que creo había uno con ese nombre y no quiero pensar en la rima fácil de lo que le habrían mandado chupar,mi cole,como podeis comprobar era cuna de grandes poetas y de gente que te hacía dudar de tu personalidad,habiendo pasado dos años aquel profe cambiándome el nombre y los compañeros el apellido es irremediable que te asalten dudas,como aquello cuando tu hermano mayor te soltaba la broma de que eras adopatado,supongo que serán cosas de niños.
Si el antiguo instituto era peculiar,el nuevo edificio al que íbamos no lo era menos.Aquel piso de arriba,con sus aulas raras de narices,que muchas veces me apeteció buscar al arquitecto que diseñó el edificio para preguntarle porque había dejado o puesto aquellas vigas planas con bordes casi afilados allí en medio,alguna de ellas estaba en oblicuo y se podían usar como un tobogán,alrededor de ellas poníamos los pupitres por grupos de varios niños.Algunos tenían que esquivar y rodear las vigas para llegar a la pizarra.Años más tarde pensé que el arquitecto debía de ser el mismo que decoró nuestra ciudad con esculturas de arte moderno,de esas que miras y te preguntas ¿que carajo es? Y que yo siempre digo,no sé que es,pero si le pones un par de pupitres al lado es como mi clase.
No era lo único paranormal que ocurría,en ocasiones en mitad de la clase que estaba en silencio,pasaba por la calle la vendedora ambulante de pescado al grito de “chicharriiiiiiiiiiinos,sardiniiiiiiiiiiiiiiillas” y claro,a alguno se le escapaba la risa y al profesor que teníamos se le escapaba la mano o bien se le escapaba el borrador que como un caza de guerra iba en vuelo kamikaze a estrellarse contra su objetivo,la cara de algún niño,que precisión tenía aquel malnacido.Y es que de aquella,el maltrato estaba a la orden del día,te pegaban y zarandeaban a la mínima,recuerdo una vez que me tocó a mi,una de tantas,que de los coscorrones que me dió llegué mareado a casa y en casa tampoco podías decir nada,te contestaban diciendo “algo harías”.Te reías,te daban,alborotabas un poco,te daban,no te sabías la lección y también te daban,la letra con sangre entra era el lema,que yo me quejaba pero escuchando alguna historia de los tiempos de mis padres en sus colegios y madre mía,hacían que mi profesor parecía que en vez de leches repartía caramelos,pero como se suele decir,eran otros tiempos,que la disciplina es importante pero de ahí a llegar a la violencia...mejor cambiemos de tercio.

miércoles, 6 de enero de 2016

Tú casa es el rock


Hace unas fechas se nos iba un grande para todos los que somos rockeros,Mr. Lemmy Kilmister y aquí va un pequeño homenaje que bien vale para cualquiera de los tantos que se nos han ido ya pero que perdurarán por siempre en nuestros corazones y en nuestra casa,porque tu casa es el rock...

 
LA MÚSICA ERES TÚ
LA QUE GRABADA SE QUEDA,
LA QUE EMPECÉ A ESCUCHAR POR TI
Y LAS GENERACIONES HEREDAN.
SI ESTAMOS TÚ Y YO
SE HARÁ MÁS FUERTE LA VOZ
AHORA Y POR SIEMPRE LATIRÁ
UN PURO CORAZÓN,UN PURO CORAZÓN

CUANDO TE ASALTE SENTIRÁS QUE
EL VIENTO TARAREA UNA CANCIÓN
QUE SE CUELA EN TU INTERIOR
GRITANDO TU CASA ES EL ROCK
TU CASA ES EL ROCK

Y HABRÁ UNA VEZ
QUE TE ASALTARÁ MÁS FUERTE
CUANDO RETUMBE EL PABELLÓN
BENDECIRÁS TU SUERTE,
NADA IGUAL HAY
ESTÁ SIEMPRE JUNTO A TI
RESONADO OTRA VEZ,
NO TENDRÁ FIN,NO TENDRÁ FIN

CUANDO TE ASALTE,SENTIRÁS QUE
EL VIENTO TARAREA UNA CANCIÓN
QUE SE CUELA EN TU INTERIOR
GRITANDO TU CASA ES EL ROCK
TU CASA ES EL ROCK

JUNTO A TI
UNA VEZ MÁS
TODOS EN UN MISMO CORAZÓN
VAMOS A COMPARTIR
ESTA PASIÓN LLAMADA ROCK

CUANDO TE ASALTE SENTIRÁS QUE
EL VIENTO TARAREA UNA CANCIÓN
QUE SE CUELA EN TU INTERIOR

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Generación 8.0 cap.1


CAPÍTULO I
La calle,el comienzo

Todo tiene un comienzo,un lugar de origen,el mío,como el de otros muchos fue la calle. Ese pequeño mundo,que para nosotros era inmenso,era el que conocíamos,en el que iban a transcurrir los primeros juegos y andanzas y con ello,la semilla de nuestros recuerdos.
Mi pequeño mundo se componía de cuatro manzanas,una de ellas de edificios,las tres restantes pertenecían a una fábrica de una bebida,cuya figura era la de un músico que se haría famoso en el mundo entero,no digo nombres por aquello de no hacer publicidad a alguien que no ha pagado por ello,aunque la publicidad por mi parte tampoco les iba a suponer un aumento en sus ventas,y ahí,justo en el centro de aquellas cuatro manzanas,la calle.
Las paredes de aquella fábrica servían para que en una de ellas,a base de rascar con una piedra sobre aquel hormigón,sosteniera el nombre de nuestro campo de fútbol,”La estrella”,que así le bautizamos los niños de aquel pequeño barrio,también impedían que el balón se nos escapara muy lejos.Las dimensiones de aquel campo las marcaban los bordillos de ambos lados de la calzada,bueno,el de uno,el otro lo delimitaban los coches aparcados,en los que en alguna ocasión teníamos que bucear para rescatar el balón apresado bajo ellos.Las porterías iban desde un bordillo hasta la tapa de alcantarilla situada en mitad de la calle.
Que recuerdos de aquellos partidos interminables que solamente se interrumpían al grito de ¡cocheeeeee!,unos coches que de aquella pasaban de pascua en ramos,nada que ver con la actualidad,que sin ser una arteria importante de la ciudad,raro es el minuto en que no pasa ningún coche por aquel campo de fútbol,perdón,por aquella calle.Decía que eran partidos interminables,mentí,para mi tenían el final cuando mi padre consideraba que ya era hora de retirarse a casa y salía a mitad de la calle para silbarme,mira por donde mi primer árbitro,fue mi padre.

Mencionaba a los coches y me viene a la memoria otro recuerdo que también a día de hoy es impensable,el encontrarse un coche abandonado.En aquellos tiempos vi unos cuantos,que con el paso del tiempo les iban faltando piezas,llegando a estar puestos sobre ladrillos y sin ruedas,pero nosotros no pensábamos en “pobre del dueño” no,nosotros veíamos un lugar para la aventura,un sitio al que subirnos para viajar a otras partes,a lugares que no conocíamos.Y la de kilómetros que nos haríamos montados en aquel 600 y a pesar de las riñas que nos daban nuestros padres por montarnos allí por si aparecía el dueño y cargábamos con la culpabilidad de todos los desperfectos,pero como éramos niños nos daba igual,seguíamos viajando hasta que un día ya no estaba esperándonos,se lo había llevado la grúa.Si nuestra primera colonia fue “Chispas” o eso decía la tele,nuestro primer coche fue un 600.Un volante en el que nos sentíamos el mismísimo Michael Knigth a los mandos de Kit,el coche fantástico,al que llamábamos hablando a través de aquel mítico reloj Casio digital,que tenía la hora,minutos y segundos en números y apretando un botón aparecía la fecha y en los de más alto nivel había un botón que accionaba una mísera luz con la que alucinabas,existía también el casio calculadora pero ese estaba al alcance solamente de la élite pudiente,creo que ahí nacieron “los pijos”,o también en aquel volante nos sentíamos Michael J. Fox regresando al futuro,eso para que quien hubiera podido ira ver la peli al cine,en mis recuerdos tan solo aparecen películas de Parchís,que de aquella eran mis Rolling Stones,mis dioses revolucionarios de la música,que letras tan,para nosotros actuales por aquel entonces,aún se me pone la piel de gallina rememorando alguno de sus hits y no lo digo de manera irónica que aún recuerdo el disgusto que me pillé al conocer que uno de sus miembros había perdido un brazo en un accidente.

Pero aquel 600 no iba a ser nuestro único modo de transporte,recuerdo que comenzaba el auge de los patinetes,skys que decían luego los modernos y entendidos del deporte,pero nosotros éramos pobres y no había presupuesto como para tener uno cada uno,aquí,comenzó a crecer o al menos a
agudizarse nuestro ingenio,si no podíamos tener uno para cada uno,tendríamos uno para todos.Fuimos recolectando materiales,cada uno aportaba lo que podía,unas tablas,unos tornillos,clavos,herramientas,cualquier cosa que fuese redonda y que sirviera a modo de rueda y entre todos fuimos fabricándolo,con la supervisión de los niños algo más mayores que nosotros que se encargaban del diseño y montaje,lo que viene siendo dar los martillazos y si te machacas el dedo que seas tú en lugar de yo.

Y lo creamos,vaya que si lo creamos,un superpatinete de cuatro plazas,muy rudimentario logicamente pero que con una pendiente podría funcionar.Le echamos el ojo a un garaje cercano que tenía una pendiente interesante,una bajada y una subida,suficiente para probar la fiabilidad del invento,pero,dicho garaje tenía un empleado que se encargaba entre otras cosas de vigilar y por muy mal vigilante que seas,creo que media docena de niños con una tabla de casi dos metros,muy desapercibidos que digamos no pasan.Así que hubo que investigar al susodicho,conocer sus rutinas,cuando se iba a comer,cuando al baño,cuando hacía una ronda,cuando cambiaban el turno,etc.En apenas una semana ya pasábamos de ser fabricantes del primer superpatinete del mundo a espías,trabajo para el cúal nos vinieron muy bien aquellos walkie-talkies que uno de nosotros teníamos.Para los incultos de la materia,decir que aquellos aparatos eran,para que lo entiendan,como los primeros teléfonos móviles que funcionaban a pilas,apretabas un botón y hablabas y el portador del otro walkie escuchaba,ahora que como apretaseis el botón los dos a la vez,no te enterabas de nada,al igual que si te alejabas mucho tampoco había manera de comunicarse pero de aquella era todo un adelanto y la de buenos ratos que nos hizo pasar.

En fin,volvamos al garaje que nos habíamos quedado estudiando los movimientos del vigilante que ya teníamos controlado,tras diseñar el plan,decidimos aprovechar su primera ausencia para lanzarnos por aquella pendiente.Dos empujaban y cuatro íbamos de conejillos de indias montados en aquel superpatinete,que claro,con aquellas ruedas metálicas que le habíamos colocado,no veaís el ruído que hacía,pero la verdad que no estaba mal el invento,agarraba cierta velocidad con la que íbamos flipados pensando en que lograríamos coger el suficiente impulso como para subir la cuesta ascendente,pero algo del diseño falló,o tal vez el impulso,pero a mitad del ascenso comenzó la caída marcha atrás y sin frenos,¡No le habíamos puesto frenos! Y claro,cundió el nerviosismo,el pánico y terminó la aventura por los suelos,con las rozaduras en codos,brazos,piernas y rodillas y con la carga de la maldita tabla con ruedas escapando del vigilante,que tras tanto estudio no fuimos capaces a burlarle.Un tiempo después y ya con frenos instalados volveríamos a la carga pero esta vez en plena calle,con los coches pasando y teniendo que sincronizar el tiempo que duraban los semáforos sin cambiar de color con el cálculo del tiempo que invertiríamos en hacer el descenso con éxito.He de decir que la aventura no se saldó con ningún atropello ni con ningún impacto con algún coche,eso si,descalabros en ropas y partes del cuerpo,las que querais,hubo para dar y regalar,hasta que en el último viaje,nuestro primer gran invento que pensábamos cambiaría la historia,se destrozó en mil pedazos,imagino que en parte por la falta de la ITV,que de aquella todavía no existía provocando que nuestro vehículo no estuviera en perfecto estado de circulación,pero que nos quiten lo bailao.

Mencioné lo de los walkie-talkies,pero no era nuestro único modo revolucionario de comunicación,existía otro invento más rudimentario,quizás de menor alcance pero que al menos los dos interlocutores podían hablar al mismo tiempo y escucharse sin botones,¿Qué era?los famoso yogures vacíos,los envases con un agujero en la base por el que metíamos un hilo de coser tan largo como el trayecto que quisiéramos tener cubierto para comunicarnos.Ejemplo,yo vivía en un tercero y mi compañero de fatigas en el primero,en mi casa unía los dos yogures vacíos con el hilo y lanzaba por la ventana uno,el compañero lo recogía en el patio,lo metía en su casa y así estábamos en contacto cuando a alguno nos castigaban,se puede decir que fue el primer internet o
nuestro equivalente,era la fuente por donde te facilitaban información del exterior.Lo bueno era que no tenías que hacer ningún contrato de permanencia con ninguna compañía ni te llamaban a cualquier hora para ofrecerte otras ofertas ni nada por el estilo,ahí la duración de aquel internet la marcaba la madre de alguna de las dos partes que cansada o cabreada por la comunicación venía y en un momento te rompía el contrato dejándote sin suministro,probad cualquiera hoy día a intentar romper una permanencia con una compañía de estas,vais a echar pelo,que sí,que de aquella algunas cosas eran más difíciles pero otras,como esta,eran más sencillas.

Y como todos los castigos,tenían su fin y podías volver a salir a la calle,a aquella calle que tenía un olor mezcla de vino y de sidra achampanada fruto de la fábrica,que en un lateral,que hoy ocupa un edificio moderno,con una ludoteca en sus bajos,tenía en lo alto unas ventanas que daban a los grandes toneles en los que se guardaba tanto el vino "Los Corales" como la famosa sidra achampanada "El Gaitero",vaya,ya hice la publicidad que al principio no quise hacer,tal vez es que ya me han soltado unos cuantos eurillos.Las ventanas tenían multiutilidad,para ellos era la manera con la cual lograr una ventilación,para nosotros tenía la utilidad de encolar balones,generalmente de plástico,de aquellos que regalaban en los supermercados "El trébol" que sin falta de aire volaban al entrar en contacto con el pie,me río de los efectos de los futbolistas de hoy en día,si nos hubieran visto los periodistas con aquellos balones seguramente nos habrían dado el balón de oro a toda nuestra generación.¿que porque jugábamos a encolar los balones y correr el riesgo de quedarnos sin ellos?bien,pudiera ser que por aburrimiento o pudiera ser por hacer alguna putada a alguien y dejarle sin balón,no sé,éramos crios,haciamos cosas sin sentido y sin explicación y claro,de aquella Iker Jiménez no existía como tal para investigar aquellos fenómenos paranormales.

En épocas de lluvia se inundaba de lo lindo,para algunos era toda una faena,para nosotros los niños en alguna ocasión,era síntoma de alegría ya que no íbamos al cole por no poder salir de casa y pasábamos el tiempo de la inundación hablando por aquellos yogures maquinando las andanzas que vendrían a continuación,tiempos de investigación,de analizar los restos que tras de si dejaría el agua.Una ocasión vino el periódico local a hacer fotos cuando ya bajaba el nivel del agua,mi primera aparición en la prensa fue chupando cámara con algún amigo jugando en el improvisado río.Al quitarse por completo el agua íbamos en busca de los restos,sobre todo en busca de los cadáveres de ratas que poblaban la vieja fábrica,quizás en una calle como aquella se criaron los guinoistas de C.S.I o Frank de la jungla y de ahí le vino el gusanillo de andar tras los animales ¿quien sabe?.Para nosotros era un mundo paralelo,analizar los restos de la vida que no veíamos,hasta que el ayuntamiento decidió cambiar el alcantarillado para que aquellas inundaciones no regresaran,hoy como mucho encuentras algún charco en el que hacer con el zapato un poco de “chof chof” rememorando los viejos tiempos.

Y como todo va evolucionando,aquella fábrica un día cerró o mejor dicho,se trasladó,cesando para siempre aquella sirena que marcaba la salida a los empleados y que a nosotros nos servía para saber que comenzaba nuestro particular recreo.En ocasiones aquellos empleados nos deleitaban con la posibilidad de contemplar el coche de rallys de la empresa,un tal Cardín creo que lo pilotaba,en su lugar hoy hay un edificio moderno,un mastodonte que no casa con el resto del barrio pero que ahí está que nos deleita con un centro de salud en sus bajos,que siendo sinceros,visitarlo no me produce el mismo placer que me producía el coche de rally.Justo enfrente han puesto un parque,con sus columpios y cacharros para que los niños jueguen sobre un suelo acolchado,que diferencia con nuestros suelos de gravilla,de piedra o de cemento armado que hacía meritorio el hecho de volver a casa sin heridas,raspaduras o sin ningún hueso roto,pero lo más llamativo del parque es el estanque,tal vez lo hicieron para que mi generación al mirarlo rememorase aquellas inundaciones y ¿porque no?darse un chapuzón con las katiuskas puestas.(Katiuska en nuestro vocabulario son botas de agua).
En aquel lugar llamado mundo también había negocios que formaban parte de la vida cotidiana de un niño,no eran parientes pero eran como de la familia,aquel ambiente que se respiraba es complicado encontrarlo hoy que todo es más frío,por decirlo de alguna manera.En una esquina estaba un bar,si no recuerdo mal se llamaba “El cafetín”,en ocasiones,cuando no había niños con los que jugar,mi padre me llevaba con él a tomar algo,de aquel bar recuerdo que había un cuadro con las selecciones que participaban en el mundial de fútbol de España del 82,al cúal me pasaba las horas mirándolo como queriendo estudiarlo aunque dada mi altura no llegaba a leer los nombres,ni a distinguir sus caras,pero me encantaba,era algo que me hipnotizaba.Años después aquel bar también cerró,sus dueños lo cambiaban por otro más grande y fuera de mi pequeño mundo y su dueño,no sé si por las horas que me pasé contemplándolo o tal vez porque se quería deshacer del cuadro,me lo regaló y por fin pude leer los nombres de los jugadores y tenerlo para mi solito,era mi tesoro,como el de Gollum pero en cuadro y taitantos años después aún decora una de las paredes de la casa de mi madre y de vez en cuando,todavía lo miro embobado.

Justo al frente estaba el paraíso de los niños,es decir,aquel mágico lugar llamado el kiosco,donde acudáimos corriendo el día de paga a fundirnos los ahorros en chucherías,aquellas cebolletas pasando de boca en boca para chupar el aceitillo que las bañaba,los kilos de gominolas o caramelos de a peseta o de dos a una peseta,los gusanitos,rufinos era mi marca preferida,las pipas que se convertían en un halo de unión cuando eran repartidas,de aquella aún no había donetes para que te salieran amigos de todas partes,con un paquete de pipas lo arreglabas,por no hablar de los petazetas,las nubes,que los mas quinquis quemábamos con cerillas o algún mechero robado de los bolsillos de alguno de nuestros padres,¿si lo robábamos para quemar las nubes?evidentemente no,pero es que en el kiosco además de chuches también vendían petardos y con algo había que prenderles la mecha para hacerlos explotar en los lugares más insospechados.

Siguiendo con los negocios,cruzabas la calle y te encontrabas con la tienda de comestibles,algo que como alguna especie de animal,hoy se encuentra en peligro de extinción y tal vez puedan contarse con los dedos de una mano las que quedan al pie del cañón.¿Aquello que era?podría preguntarse alguno.Bien,aquello era el equivalente a lo que hoy es el supermercado pero a pequeña escala y sin cadenas.Era el lugar donde peregrinabas a hacer la compra,donde ibas a por aquellas botellas de litro de refresco de cola que eran de cristal,cuantas de esas botellas se me romperían en el mínimo camino que había de la tienda hasta mi casa y cuantas heridas me producirían sus rotos cristales y no había broncas,simplemente aquel “ahora por torpe no bebes refresco en toda la semana” te dolía más que cualquier riña que te pudiera caer.Por no hablar de aquellos encargos que te hacían,recados se llamaban,en los que ibas a la tienda sin dinero y lo arreglabas todo con aquella frase de “dice mi padre que se lo apuntes” o la de “ya te lo pagará mañana” y te ibas tan tranquilo,prueba a decir esto hoy en el carrefour a ver que te dicen y a ver si puedes salir de allí tan tranquilo.
Y hablando de envases extraños,en otro punto de la calle estaba el puesto de pan y leche y sí,sólo vendían pan y leche,puesto que mi padre era panadero no gastábamos en pan,pero si en leche y de aquella no había tetrabricks ni nada parecido,de aquella eran ¡bolsas!!!!,como lo leeis,bolsas de litro que abrías por una esquina y tu madre guardaba en la nevera dentro de una jarra y sí,también unas cuantas de esas bolsas se me rompieron camino a casa por andar haciendo el imbécil y en esas ocasiones si que me caían regañinas de las buenas.

En otra esquina que no había local estaba la esquina multiusos,llamada así porque servía tanto como para reunirnos a planear maldades,juegos y demás,como para montar nuestro puesto ambulante en la que vendíamos todo lo imaginable,o más bien,todo lo que encontrábamos por casa sin utilidad aparente o viejos juguetes y tebeos,pegatinas y un montón de cosas más.Había mencionado que éramos pobres y había que sobrevivir y sacar dinero de debajo de las piedras para invertir en chuches y petardos,aunque reconozco que nuestro mayor vicio además de aquellos 
coches en miniatura de majorette o guisval,de los que llegué a tener una inmensa colección,eran las colecciones de cromos,daba igual de lo que fueran,el caso era correr al kiosco,comprar todos los sobres posibles acordes a tu presupuesto y acudir a aquella esquina a experimentar esa magia de abrirlos y ver que joyas te aparecían,llegando a la decepción en muchas ocasiones al comprobar que muchos ya los tenías,los repes.Pero que te servían para vivir otro gran momento,el de cambiar cromos.Esto era algo así como la bolsa de Wall Street,un grupo de niños se juntaba y entre gritos de cambio,de sipis y de nopis se podía pasar las horas muertas en busca de su gran inversión,la del cromo que te faltaba para terminar la colección o la consecución de aquel cromo que se extendía a través de leyendas urabanas como el más difícil de conseguir,”un primo mío me ha dicho que panini sólo hizo 20 cromos de Quini para toda España” y tú te lo creías con un gran oh de exclamación y soñabas con que te hacías con aquel cromo,que si faltaba,solamente los pijos del reloj calculadora se podían permitir el pedirlo a la casa de los cromos que tras previo pago de una cantidad de dinero te mandaban a casa,pero esto me lo ha contado un amigo de un amigo que tenía otro amigo que una vez lo hizo.
En algunas ocasiones todo eso no se conseguía más que a través de nuestro particular top manta de venta ambulante y una de las cosas que echo en falta,ver un grupo de niños montando un puesto ambulante,se me caerían las lágrimas si lo viera.

Las reuniones que se montaban en la multiusos,nada bueno presagiaban,poneros en la mentalidad de un niño que va creciendo bajo la influencia de la tele y la ausencia de Bob Esponja,pasando por alto el entrañable Espinete,un erizo de color rosa que se paseaba por el barrio sésamo en pelotas pero para dormir se ponía pijama y gorro,no nos cuadraba mucho y por eso como referentes utilizábamos a Mc Gyver o al Equipo-A,que de la nada te hacían maravillas,por cierto,la de este equipo fue una serie en la que les habrán pegado quinientos mil tiros,diez mil explosiones,ocho mil puñetazos y mil y una desgracias pero en la que no recuerdo haber visto ni un muerto,ni una herida,ni una gota de sangre,ni ningún moratón,pero por algo eran el Equipo-A,un comando compuesto por cuatro de los mejores hombres del ejercito norte americano que en 1972 fueron encarcelados por un delito que no habían cometido,no tardaron en fugarse de la prisión en la que se encontraban recluidos y de aquella buscados todavía por el gobierno,sobrevivían como soldados de fortuna,si tenías algún problema y los encontrabas,quizás podías contratarlos,ratatatatatatatá... perdón,perdón,se me fue,quería decir que no les pasaba nada porque para algo eran unos profesionales,que ríete tú de los disfraces de carnaval que te ponían en casa,los de Hannibal si que eran disfraces que no lo reconocía ni dios,no como tú ahí vestido de mosquetero con el bigote pintado con el corcho quemado que te reconocía todo el mundo.
Ibas creciendo y la calle se iba quedando un tanto pequeña y ansiabas conocer mundo más allá de aquellas cuatro manzanas que hasta aquel entonces lo componían y te adentrabas en los pequeños mundos de otras pandillas de niños.Justo al lado del nuestro,estaba la calle Príncipe,un nombre que con los años adquiriría popularidad,por aquello de la serie y por la abdicación real,que dicho sea de paso,a poco más y la pareja del principito sale de mi barrio,por unos kilómetros de nada.Pero volvamos a aquel principado en forma de calle que habíamos frecuentado siempre en compañía de un adulto porque entre niños de barrios distintos se podía iniciar por menos de nada una batalla campal,como el nombre de uno de los bares que allí había.En ella,vivían una pareja de hermanos y un medio portugués que con su presencia acongojaban,luego pude conocerles y eran bien majos pero de aquella,te impresionaban.El conocerles mejor vendría en el espacio de tiempo que trancurriría en el parque,en una de esas evoluciones que sufrimos con los años,como los
Pokemon que atacaban al grito de pika pika chuuuuu,nosotros si atacábamos,lo hacíamos al grito de puños fuera de Mazinguer Z,o en nombre de Los Caballeros del Zodiaco y en última instancia implorábamos la fuerza en nombre de Bioman,esta quizá es una serie que recomendaría no volver a visionar en edad adulta,no lo hagais,ahorraros una gran decepción.
Que tiempos en los que te metías en la piel del Phoenix,que te servía tanto para sentirte caballero del zodiaco como para ser el guaperas del Equipo-A aunque de aquella lo de ligar no se te pasaba por la cabeza,habría que sufrir aún más evoluciones para llegar a ello,o te metías en la piel del caballero Pegaso,todo ello sin perder el espíritu travieso del gato Isidoro,ahí te sentías genial,el rey de la ciudad.
En la Príncipe había otro bar,la hija de los dueños me hizo sentir como al guaperas de Phoenix,las niñas,al menos antes,eran más románticas que nosotros,seguramente se hacían adultas antes o al menos iban un paso por delante y ya pensaban en el amor,o al menos en pintar corazones de tiza,como aquella canción,por las paredes.Uno permaneció en una pared unos cuantos años,Rosa y Gorge era su contenido,dije que eran más románticas,de acuerdo,pero en el caso de quien lo hubiera escrito no era más lista ya que Jorge con dos ges tiene delito.Ellas suspirando por su primer medio amor de niñez y yo en cambio preocupado en que me vieran sacarles la lengua y en hacerles burla cada vez que se me presentaba la ocasión,esto último me lo devolvería la vida con creces,ay pobre de mi que no sabía que en un futuro alguna que otra se burlaría de mi y yo lloraría,claro que si hubiese tenido un Delorian como habría cambiado el cuento.
Pero volviendo a lo de las batallas campales,no penseis que los conflictos o que el que un grupo mandase por encima de otro grupo y de otra calle lo solucionábamos a leches y golpes,aquello lo arreglábamos con una eliminatoria de fútbol a ida y vuelta.Allí había más tensión y más importancia que en la final de un mundial,que precisamente la final del mundial del 86 de México nos pilló en nuestra final,recuerdo los gritos por la ventana de uno de los niños pequeños de la calle que nos hacía de spiker gritando los goles de Argentina y Alemania.La nuestra no sé quien la ganó pero si recuerdo que siempre andábamos en pique (mismo nombre que la mascota de aquel mundial) con una rivalidad eterna como la del Sporting y Oviedo o Barcelona y R.Madrid.
Por aquel entonces ya habíamos entrado en contacto con el siguiente paso en la evolución,el colegio,donde por primera vez en la vida pasarías a ser un número,otorgado por orden alfabético,el primer lugar donde te pasarían lista teniendo que contestar aquello de “presente”,lugar para conocer a otros niños de otras calles,pequeña escuela donde más adelante alguno se sacaría un master en falsificación de justificantes paternos por ausencia y por trucar alguna que otra nota evaluatoria cuando dejaron de ser P.A o N.M(progresa adecuadamente o necesita mejorar) que sin duda fue la cuna para otro montón de recuerdos y mi segunda incursión en la prensa local por una excursión que hicimos al periódico que se inmortalizaba con la foto publicada en sus páginas,cosa que por cierto,también parece haber pasado a mejor vida,como esos niños que corrían como locos al kiosco para compartir las pipas,hacer sus mercadillos,romper algún que otro cristal de un balonazo o hacer un superpatinete,cosas que ya no se hacen pero al menos en estas páginas quedará constancia de que hubo un día en el que se hacían e incluso se hacía aquello tan simple llamado hablar cara a cara o yogur a yogur.

sábado, 22 de noviembre de 2014

Rojo fuego se anida en tu pelo




Estaré a tu lado en las buenas y en las duras
para cuando quieras que acuda
si es necesario allí estaré,
Volaré cuando te asalten las dudas
cuando tú necesites de ayuda
todas las puertas romperé

Y los dos nos iremos en vuelo directo
a buscar el momento perfecto
para poder ponernos en pie
y sanar cicatrices causadas por el tiempo
y hasta que se cure,no me marcharé.

Que de comienzo hoy por fin tu nueva vida
fuerte como el rojo fuego que anida en tu pelo
nunca diste la batalla por perdida
celebraremos que emprendes otra vez el vuelo

Y regalarte para ti un nuevo terreno
para poder pasearte por el todos los días
que no siembre nada malo que sea todo bueno
y así nos contagies con tu alegría...

Tu piel blanca que se baña en ríos de tinta
que te dejan tan especial como distinta
tu mirada eso trasmite y se ve a la legua
debe estar ciego todo aquel que no lo vea

Ojos de gata y mirada felina
para nuestra enfermedad es una medicina
me consta que muchos son los que quisieran
sacarte a los tontos pa afuera!!!!

Estaré a tu lado en las buenas y en las duras
cuando quieras que a tu lado acuda,
cuando lo necesites allí estaré.
Volaré cuando te asalten las dudas
sin pensarlo iré en tu ayuda,
a tu llamada acudiré.

viernes, 21 de noviembre de 2014

El soldado desconocido FINAL


                                                          FINAL


Cuentan que un día alguien comenzó a sospechar del ganadero que debía vigilar sus pasos,ese alguien que en muchos pueblos había era el chivato o el delator compinchado con el franquismo,un personaje al que muchas veces no le temblaba el pulso a la hora de delatar a quien fuera.Porque sé que cosas así sucedieron si no me costaría mucho imaginar como alguien podía tener la sangre fría de delatar a un vecino,incluso a algún familiar tan sólo por no compartir los mismos ideales y en algún que otro caso simplemente por quitarse de en medio a alguien,cuyo delito era el caerle mal.
Me cuesta imaginar como se es capaz de delatar y cargar con la muerte de alguien en la conciencia,de alguien al que toda la vida has conocido y que probablemente,como en casi todos los pueblos de antaño,de alguna u otra manera estarían incluso emparentados aunque fuese por algún antepasado,ser capaz de eso y continuar de manera orgullosa su vida y de dormir por las noches sin ningún tipo de remordimiento.

Ese chivato sin sentimientos espió al ganadero tratando de comprobar sus sospechas,probablemente en sigilo le seguiría hasta los alrededores del escondite y escondido y en silencio observaría alguna de las conversaciones que mantenían.Ellos ignoraban que practicamente tenían sobre sus cabezas la pena de muerte y seguían con su día a día completamente ajenos a todo eso.
Ahora en mi memoria encajan algunas historias que contaba mi abuela,que contaba que durante un tiempo,grupos de soldados y patrullas se paseaban por delante de su casa,la más cercana al escondite,quizá son fragmentos del tiempo que encajan en el puzzle del chivatazo que habría dado aquel personaje siniestro y cobarde.Unas patrullas que si pasaban por allí y veían algo que se les antojase pobre de ti si se te ocurría replicarles o tratar de defenderlo,eran los representantes de una ley sin ley.

Un maldito día,alentados por el soplo facilitado,seguramente una patrulla recorrió los mismos siniestros caminos que recorrí yo años más tarde hasta llegar al lugar indicado.Nadie sabe como fue,como ocurrieron los hechos de la caza,porque lo que allí hubo fue una caza sin más,un abatimiento de la presa,una más.
Imagino que el chivato les diría a quien fuese el código que tenía el ganadero para avisar al huido de que podía salir de la casa,el soldado desconocido saldría de allí con tranquilidad,puede que con cara de contento por recibir algo de compañía y charlar,seguramente su cara se tornaría en sorpresa,quizá en pánico,eso sólo los presentes pueden saberlo y trataría de huir inutilmente con lo puesto.Probablemente aquella patrulla le daría el alto disparando al aire para que se detuviera,aunque creo que es más probable que directamente dispararan sin aviso y a muerte,puede ser que así sucediera.

Los disparos retumbaron en el pueblo cercano,en el del ganadero,que milagrosamente no fue delatado y salvó su vida.Él mismo escuchó los disparos y al escuchar de la zona de la que provenían,seguramente pensó en lo peor.Con intranquilidad esperaría un tiempo prudencial para comprobar que la patrulla abandonaba el lugar.Desde las ventanas de su casa podían verse las dos únicas salidas por las que los franquistas tenían que pasar para marcharse.Él los vería pasar y el hecho de ver que no llevaban ningún cadáver quizá le reportó algo de esperanza.Pasado el peligro saldría de su casa y acudiría al escondite del soldado para tristemente darse cuenta de que aquel hombre no había podido escapar.Cuentan que fue su confidente quien encontró el cuerpo sin vida de aquel desconocido soldado en mitad del prado,casi a la entrada del bosque de pinos a través del cual pensaría correr para salvar su vida.
Aquel cuerpo no acabó en ninguna fosa común,tan famosas por aquel entonces,simplemente lo dejaron allí tirado,el ganadero como pudo lo arrastró hasta la casa que le había dado cobijo,a su último hogar y volvió al pueblo para dar aviso de que habían abatido a un hombre,pero la noticia ya había corrido como la pólvora.

Los vecinos del pueblo en un acto,para mi honroso,decidieron sacar el cadáver de donde se encontraba y llevarle así a su último viaje.Aquel soldado por fin pudo pasearse libremente por el pueblo sin tener que esconderse,en su último viaje encontró la libertad,esa por la que había luchado,aunque la encontró de una manera triste y cómo a él no le habría gustado.Lo llevaron hasta el camposanto en donde le hicieron una tumba en la tierra y terminó en una fosa como tantos otros pero distinta,una fosa sin distintivos,si alguna vez los hubo desaparecieron,una fosa sin nombre pero en la cual,una vez al año siempre alguien depositaba flores sobre aquel soldado desconocido,sobre el protagonista de una historia trágica,una fosa en donde más de cincuenta años después esa historia llegó a mis oidos,una historia que recordaré cada vez que pase por allí delante.

El soldado desconocido existió y existe su tumba en el cementerio de mi pueblo,eso es lo único de verdad que hay en el relato,todo lo demás son suposiciones y hechos que se produjeron en mi mente que no sucedieron en aquel pueblo pero seguramente en otros sí.¿Cuantos soldados desconocidos habrá por la geografía española?Seguramente miles,miles que acabaron fusilados por una creencia,por una lucha de libertad,de una lucha contra una dictadura y ¿en cuantas cunetas habrá fosas comunes?Una pregunta sin respuesta y que casi nadie quiere conocer y que nadie quiere responder,todo aquel que toca el tema y pretende ir un poco más allá recibe trabas,problemas y alguna consecuencia.Un tema que quieren enmudecer y dejarlo pasar pero un tema que no debemos ni podemos dejar que se silencie ni se olvide.Una historia de una historia negra,que no ocurrió,pero que tendrá sin duda,semejanza con otras muchas miles.

Desde aquí espero no sufrir ninguna consecuencia por tocar este tema prohibido,queda aquí constancia de que si me pasa algo,ya sabeis por lo que fue pero ya me conoceis,vivo en un cruce de caminos donde la palabra no se puede silenciar.....

P.D:Siento decepcionar a quienes esperaban encontrar una historia cierta,por otro lado espero que esto os sirva para pensar y no dar la espalda al pasado.De cara al futuro espero y deseo que nada de esto vuelva a suceder ni que haya una guerra pero si así ocurre,el día que yo me muera dejaré la puerta de mi casa abierta por si algún otro maqui necesita un último refugio.

jueves, 20 de noviembre de 2014

El soldado desconocido IV


                                                         PARTE IV


Ya frente aquellos muros traté de reconstruir la casa en mi cabeza,no muy grande,de dos plantas,con una parte que había sido cuadra para los animales,la planta baja habría sido casi con toda seguridad esa cocina y sala donde los habitantes antiguos y seguramente años después el soldado habría pasado mucho tiempo tizando su cocina de carbón,la antigua calefacción de las casas,seguramente la planta superior si quitamos la parte que habría servido de tenada,hubiera tenido dos habitaciones.

 
Una vez reconstruida la casa,era hora de recomponer o al menos tratar de hacerlo,la historia del desconocido.Preguntando me habían contado que él no era del lugar,lo único que tenían claro las personas con las que había hablado del tema,es que era un maqui.Por si acaso alguien no lo sabe,los maquis fueron aquellos soldados que estaban en contra del franquismo,aquellos que su vida no valía absolutamente nada,a ojos del franquismo y que en su gran mayoría se tiraban al monte practicamente obligados para continuar con su lucha,¿que lucha?la de la libertad.Sabían que deberían vivir escondidos como el caso que nos ocupa.

 
Dicen que podría haber sido el único superviviente de un grupo de maquis,posiblemente leonés,que su lucha le había llevado por la zona piloñesa y que allí creía haber encontrado un buen lugar donde pasar desapercibido o bien porque en la zona tenía algún conocido o algún contacto,vuelvo a insistir en que aquella zona si no la conoces no la encuentras.

 
La zona de montaña con el bosque de pinos a dos pasos imagino que sería un buen lugar para la caza para su supervivencia,hay variada fauna,ante mis ojos pasaron ciervos,jabalís,zorros,conejos,liebres,supongo que ante los suyos también,de suponer es también que quizá el soldado,alguna noche,se habría dejado caer por algún gallinero del cercano pueblo.
Esa imagino sería su condena,vivir de noche,dormir y esconderse durante el día,puesto que aunque la casa de aquella estaba abandonada y ya sin dueños,los prados de los alrededores no y en una zona rural y ganadera,los granjeros llevasen por allí a pastar a sus reses y de aquella no te podías fiar practicamente ni de tu sombra.

 
Aunque pensándolo bien,no es descartable que alguno de aquellos ganaderos fuera su contacto y siempre y cuando pudiera,le suministraría algunos viveres,recordad que si la zona rural ya era pobre de por sí,imaginaos en tiempos de guerra o algo más tarde con aquellas cartillas de racionamiento,si no las conoceis preguntadle a vuestros abuelos,que seguramente tendrán bastantes historias interesantes de conocer y que si hoy nos quejamos de estar viviendo tiempos duros,que lo son,aquellos tiempos lo eran muchísimo más y si no,simplemente preguntad.

 
Pero volvamos a nuestro protagonista y al ganadero que le haría de contacto o enlace,o simplemente le echaba una mano porque compartían la misma causa o ideología,algo que no podías mostrar en público y practicamente ni en privado,tu vida dependía de ello y a la mínima sospecha,sin preguntas ni juicios ni historias,te daban el paseillo.
Seguramente se reunirían aprovechando la vigilancia o el transporte del ganado y charlarían de como estaban las cosas,de las noticias y novedades de la zona o de la lucha,todo esto con la carga añadida de que sus vidas estaban en juego,uno por maqui huido y resistencia al franquismo y otro por ayudarle,argumentos suficientes para acabar con algún tiro en el cuerpo.

 
Lo que daría por poder verlo por un agujero el modo en que contactaban,su código para saber que era su conocido quien andaba por las cercanías.Y si la vida del soldado tenía que ser dura,también la de su contacto,debe ser angustioso tener que vigilar tus pasos y más sabiendo que de ellos depende no solamente tu vida si no la de otra persona,a la que tristemente,le quedaban pocos pasos por dar.