sábado, 22 de noviembre de 2014

Rojo fuego se anida en tu pelo




Estaré a tu lado en las buenas y en las duras
para cuando quieras que acuda
si es necesario allí estaré,
Volaré cuando te asalten las dudas
cuando tú necesites de ayuda
todas las puertas romperé

Y los dos nos iremos en vuelo directo
a buscar el momento perfecto
para poder ponernos en pie
y sanar cicatrices causadas por el tiempo
y hasta que se cure,no me marcharé.

Que de comienzo hoy por fin tu nueva vida
fuerte como el rojo fuego que anida en tu pelo
nunca diste la batalla por perdida
celebraremos que emprendes otra vez el vuelo

Y regalarte para ti un nuevo terreno
para poder pasearte por el todos los días
que no siembre nada malo que sea todo bueno
y así nos contagies con tu alegría...

Tu piel blanca que se baña en ríos de tinta
que te dejan tan especial como distinta
tu mirada eso trasmite y se ve a la legua
debe estar ciego todo aquel que no lo vea

Ojos de gata y mirada felina
para nuestra enfermedad es una medicina
me consta que muchos son los que quisieran
sacarte a los tontos pa afuera!!!!

Estaré a tu lado en las buenas y en las duras
cuando quieras que a tu lado acuda,
cuando lo necesites allí estaré.
Volaré cuando te asalten las dudas
sin pensarlo iré en tu ayuda,
a tu llamada acudiré.

viernes, 21 de noviembre de 2014

El soldado desconocido FINAL


                                                          FINAL


Cuentan que un día alguien comenzó a sospechar del ganadero que debía vigilar sus pasos,ese alguien que en muchos pueblos había era el chivato o el delator compinchado con el franquismo,un personaje al que muchas veces no le temblaba el pulso a la hora de delatar a quien fuera.Porque sé que cosas así sucedieron si no me costaría mucho imaginar como alguien podía tener la sangre fría de delatar a un vecino,incluso a algún familiar tan sólo por no compartir los mismos ideales y en algún que otro caso simplemente por quitarse de en medio a alguien,cuyo delito era el caerle mal.
Me cuesta imaginar como se es capaz de delatar y cargar con la muerte de alguien en la conciencia,de alguien al que toda la vida has conocido y que probablemente,como en casi todos los pueblos de antaño,de alguna u otra manera estarían incluso emparentados aunque fuese por algún antepasado,ser capaz de eso y continuar de manera orgullosa su vida y de dormir por las noches sin ningún tipo de remordimiento.

Ese chivato sin sentimientos espió al ganadero tratando de comprobar sus sospechas,probablemente en sigilo le seguiría hasta los alrededores del escondite y escondido y en silencio observaría alguna de las conversaciones que mantenían.Ellos ignoraban que practicamente tenían sobre sus cabezas la pena de muerte y seguían con su día a día completamente ajenos a todo eso.
Ahora en mi memoria encajan algunas historias que contaba mi abuela,que contaba que durante un tiempo,grupos de soldados y patrullas se paseaban por delante de su casa,la más cercana al escondite,quizá son fragmentos del tiempo que encajan en el puzzle del chivatazo que habría dado aquel personaje siniestro y cobarde.Unas patrullas que si pasaban por allí y veían algo que se les antojase pobre de ti si se te ocurría replicarles o tratar de defenderlo,eran los representantes de una ley sin ley.

Un maldito día,alentados por el soplo facilitado,seguramente una patrulla recorrió los mismos siniestros caminos que recorrí yo años más tarde hasta llegar al lugar indicado.Nadie sabe como fue,como ocurrieron los hechos de la caza,porque lo que allí hubo fue una caza sin más,un abatimiento de la presa,una más.
Imagino que el chivato les diría a quien fuese el código que tenía el ganadero para avisar al huido de que podía salir de la casa,el soldado desconocido saldría de allí con tranquilidad,puede que con cara de contento por recibir algo de compañía y charlar,seguramente su cara se tornaría en sorpresa,quizá en pánico,eso sólo los presentes pueden saberlo y trataría de huir inutilmente con lo puesto.Probablemente aquella patrulla le daría el alto disparando al aire para que se detuviera,aunque creo que es más probable que directamente dispararan sin aviso y a muerte,puede ser que así sucediera.

Los disparos retumbaron en el pueblo cercano,en el del ganadero,que milagrosamente no fue delatado y salvó su vida.Él mismo escuchó los disparos y al escuchar de la zona de la que provenían,seguramente pensó en lo peor.Con intranquilidad esperaría un tiempo prudencial para comprobar que la patrulla abandonaba el lugar.Desde las ventanas de su casa podían verse las dos únicas salidas por las que los franquistas tenían que pasar para marcharse.Él los vería pasar y el hecho de ver que no llevaban ningún cadáver quizá le reportó algo de esperanza.Pasado el peligro saldría de su casa y acudiría al escondite del soldado para tristemente darse cuenta de que aquel hombre no había podido escapar.Cuentan que fue su confidente quien encontró el cuerpo sin vida de aquel desconocido soldado en mitad del prado,casi a la entrada del bosque de pinos a través del cual pensaría correr para salvar su vida.
Aquel cuerpo no acabó en ninguna fosa común,tan famosas por aquel entonces,simplemente lo dejaron allí tirado,el ganadero como pudo lo arrastró hasta la casa que le había dado cobijo,a su último hogar y volvió al pueblo para dar aviso de que habían abatido a un hombre,pero la noticia ya había corrido como la pólvora.

Los vecinos del pueblo en un acto,para mi honroso,decidieron sacar el cadáver de donde se encontraba y llevarle así a su último viaje.Aquel soldado por fin pudo pasearse libremente por el pueblo sin tener que esconderse,en su último viaje encontró la libertad,esa por la que había luchado,aunque la encontró de una manera triste y cómo a él no le habría gustado.Lo llevaron hasta el camposanto en donde le hicieron una tumba en la tierra y terminó en una fosa como tantos otros pero distinta,una fosa sin distintivos,si alguna vez los hubo desaparecieron,una fosa sin nombre pero en la cual,una vez al año siempre alguien depositaba flores sobre aquel soldado desconocido,sobre el protagonista de una historia trágica,una fosa en donde más de cincuenta años después esa historia llegó a mis oidos,una historia que recordaré cada vez que pase por allí delante.

El soldado desconocido existió y existe su tumba en el cementerio de mi pueblo,eso es lo único de verdad que hay en el relato,todo lo demás son suposiciones y hechos que se produjeron en mi mente que no sucedieron en aquel pueblo pero seguramente en otros sí.¿Cuantos soldados desconocidos habrá por la geografía española?Seguramente miles,miles que acabaron fusilados por una creencia,por una lucha de libertad,de una lucha contra una dictadura y ¿en cuantas cunetas habrá fosas comunes?Una pregunta sin respuesta y que casi nadie quiere conocer y que nadie quiere responder,todo aquel que toca el tema y pretende ir un poco más allá recibe trabas,problemas y alguna consecuencia.Un tema que quieren enmudecer y dejarlo pasar pero un tema que no debemos ni podemos dejar que se silencie ni se olvide.Una historia de una historia negra,que no ocurrió,pero que tendrá sin duda,semejanza con otras muchas miles.

Desde aquí espero no sufrir ninguna consecuencia por tocar este tema prohibido,queda aquí constancia de que si me pasa algo,ya sabeis por lo que fue pero ya me conoceis,vivo en un cruce de caminos donde la palabra no se puede silenciar.....

P.D:Siento decepcionar a quienes esperaban encontrar una historia cierta,por otro lado espero que esto os sirva para pensar y no dar la espalda al pasado.De cara al futuro espero y deseo que nada de esto vuelva a suceder ni que haya una guerra pero si así ocurre,el día que yo me muera dejaré la puerta de mi casa abierta por si algún otro maqui necesita un último refugio.

jueves, 20 de noviembre de 2014

El soldado desconocido IV


                                                         PARTE IV


Ya frente aquellos muros traté de reconstruir la casa en mi cabeza,no muy grande,de dos plantas,con una parte que había sido cuadra para los animales,la planta baja habría sido casi con toda seguridad esa cocina y sala donde los habitantes antiguos y seguramente años después el soldado habría pasado mucho tiempo tizando su cocina de carbón,la antigua calefacción de las casas,seguramente la planta superior si quitamos la parte que habría servido de tenada,hubiera tenido dos habitaciones.

 
Una vez reconstruida la casa,era hora de recomponer o al menos tratar de hacerlo,la historia del desconocido.Preguntando me habían contado que él no era del lugar,lo único que tenían claro las personas con las que había hablado del tema,es que era un maqui.Por si acaso alguien no lo sabe,los maquis fueron aquellos soldados que estaban en contra del franquismo,aquellos que su vida no valía absolutamente nada,a ojos del franquismo y que en su gran mayoría se tiraban al monte practicamente obligados para continuar con su lucha,¿que lucha?la de la libertad.Sabían que deberían vivir escondidos como el caso que nos ocupa.

 
Dicen que podría haber sido el único superviviente de un grupo de maquis,posiblemente leonés,que su lucha le había llevado por la zona piloñesa y que allí creía haber encontrado un buen lugar donde pasar desapercibido o bien porque en la zona tenía algún conocido o algún contacto,vuelvo a insistir en que aquella zona si no la conoces no la encuentras.

 
La zona de montaña con el bosque de pinos a dos pasos imagino que sería un buen lugar para la caza para su supervivencia,hay variada fauna,ante mis ojos pasaron ciervos,jabalís,zorros,conejos,liebres,supongo que ante los suyos también,de suponer es también que quizá el soldado,alguna noche,se habría dejado caer por algún gallinero del cercano pueblo.
Esa imagino sería su condena,vivir de noche,dormir y esconderse durante el día,puesto que aunque la casa de aquella estaba abandonada y ya sin dueños,los prados de los alrededores no y en una zona rural y ganadera,los granjeros llevasen por allí a pastar a sus reses y de aquella no te podías fiar practicamente ni de tu sombra.

 
Aunque pensándolo bien,no es descartable que alguno de aquellos ganaderos fuera su contacto y siempre y cuando pudiera,le suministraría algunos viveres,recordad que si la zona rural ya era pobre de por sí,imaginaos en tiempos de guerra o algo más tarde con aquellas cartillas de racionamiento,si no las conoceis preguntadle a vuestros abuelos,que seguramente tendrán bastantes historias interesantes de conocer y que si hoy nos quejamos de estar viviendo tiempos duros,que lo son,aquellos tiempos lo eran muchísimo más y si no,simplemente preguntad.

 
Pero volvamos a nuestro protagonista y al ganadero que le haría de contacto o enlace,o simplemente le echaba una mano porque compartían la misma causa o ideología,algo que no podías mostrar en público y practicamente ni en privado,tu vida dependía de ello y a la mínima sospecha,sin preguntas ni juicios ni historias,te daban el paseillo.
Seguramente se reunirían aprovechando la vigilancia o el transporte del ganado y charlarían de como estaban las cosas,de las noticias y novedades de la zona o de la lucha,todo esto con la carga añadida de que sus vidas estaban en juego,uno por maqui huido y resistencia al franquismo y otro por ayudarle,argumentos suficientes para acabar con algún tiro en el cuerpo.

 
Lo que daría por poder verlo por un agujero el modo en que contactaban,su código para saber que era su conocido quien andaba por las cercanías.Y si la vida del soldado tenía que ser dura,también la de su contacto,debe ser angustioso tener que vigilar tus pasos y más sabiendo que de ellos depende no solamente tu vida si no la de otra persona,a la que tristemente,le quedaban pocos pasos por dar.

El soldado desconocido III




                                                        PARTE III

A la mañana siguiente bien temprano y aunque el cielo amenazaba con lluvia me puse en marcha hacía el lugar de los hechos,para completar lo que no había podido terminar el día anterior.Esta vez quise esquivar esos caminos tétricos del otoño y atajé por prados queriendo ganar algo de tiempo.
Al acercarme a los prados más cercanos al de la casa comprobé que había vacas,unas que no estaban allí el día anterior,me cuesta creer que las hubieran dejado allí a la noche ya que cuando fui casi al oscurecer no estaban,no le di más importancia y supuse que el ganadero habría madrugado más que yo, en ocasiones donde hay vacas suele haber un toro,digamos que es el semental o bien el protector de un grupo de vacas,me di cuenta de que en aquel grupo no había uno si no dos toros,estaban relativamente lejos y seguí mi camino hasta que debieron de percatar una presencia extraña,la mía y decidieron venir a cortarme el paso justo por donde tenía que pasar para llegar al prado donde estaba la casa,tampoco a esto quise darle mayor importancia,son cosas que suelen pasar y preferí eso a pensar que algo quería hacerme ver que no pasara más allá,que dejase las cosas como estaban ni removiese el pasado,
normalmente los toros no tienen porque hacerte nada pero igual si creen que vienes a molestar o invades su terreno te atacan,pero no lo hacen al libre albedrío,primero,por lo general te suelen avisar,te miran fijamente,bufan y mueven una pata delantera alante y atrás sobre el terreno,raspándolo,si aún así continúas acercándote o haces algún movimiento brusco,lo más probable es que lo siguiente que ocurra es que corra para embestirte,eso mismo me hizo uno de ellos y no tenía muchas ganas de que me embistiese así que opté por irme lentamente acercándome a la muria separatoria para saltar al otro lado y salir de aquel prado.

Al saltar el murete y encontrarme a salvo aparecí casi al borde de la segunda casa derruida,la veía desde arriba y todo rodeado de maleza,allí tan sólo tenía un camino que era continuar entre todos aquellos escallos para poder alcanzar el camino a la otra casa.

Reconozco que tras haber puesto nervioso al toro que continuaba observándome,me acojonaba bastante la idea de desandar mis pasos,así que decidí tirar hacia delante abriéndome paso como podía a golpe de palo.No eran muchos metros para recorrer pero me llevó mi tiempo ya que si no ves donde pisas debes de tener más cuidado si cabe a la hora de caminar.

Ya en terreno sin maleza aparecí al lado de una cabaña,unos forasteros la habían construido allí hacía algunos años,aquella si que estaba totalmente camuflada en el entorno,mi parte cotilla no pudo evitar el asomarme por una ventana para ver su interior y comprobar que estaba totalmente vacía.Me senté en un banco de una mesa que había fuera y visualicé las imágenes de la gente que iba por allí de vez en cuando.

 
Como puse anteriormente no eran de la zona y rara vez les vi la cara porque la mayoría de ocasiones en las que venían a la cabaña era al anochecer o bien entrada la noche,pero nunca se quedaban allí,siempre hacían viajes de ida y vuelta.En el pueblo se extendían rumores acerca de a lo que se podía dedicar aquella gente con sus trajines modernos,pero claro,en los pueblos ya se sabe,a la gente le gusta hablar por hablar y en muchas ocasiones la mayoría de los comentarios suelen tener bastante ausencia de realidad,pero cierto es que aquellos viajes nocturnos eran raros de narices.No recuerdo bien cuanto tiempo se repitieron pero no fue demasiado,un buen día dejaron de venir y nunca más nada se supo de ellos.
Sabiendo parte de la historia del soldado,recordando la cantidad de animales muertos que había visto por aquella zona y luego con la desaparición de esta gente,sé que no tendrá nada que ver ni estará relacionado entre sí pero si lo piensas bien ¿por qué no puede estarlo?le da un toque más de misterio y lo hace todo un poco más interesante,otro en mi lugar quizá habría encontrado otro motivo para no seguir adelante,no fue mi caso.

Lo que me había llevado hasta allí era el soldado,ver con calma in situ el lugar donde pasó sus últimos días,me levanté de mi descanso,di unos cuantos pasos,no muchos para al poco rato poder contemplar con mis ojos y con calma los escasos muros que quedaban de lo que hacía muchos años le había servido de refugio.



miércoles, 19 de noviembre de 2014

El soldado desconocido II


                                               SEGUNDA PARTE

Volvamos al cementerio a cuando uno emprende el camino de vuelta a casa dándole vueltas en la cabeza a esa posible historia.Esa curiosidad unida a la imposibilidad de haberte quedado con las ganas de haber vivido una investigación de otra parte de la historia negra in situ por esos problemas relatados anteriormente de que pocos se atreven a rebuscar y cuando rebuscas surge algo que lo impide,todo esos sumado te hace tomar fuerzas y decir “venga,esto se hace mejor en caliente” y te vas a charlar con los más mayores del lugar,con los que podían haber vivido esa historia,que cada día son menos,por eso las generaciones venideras pienso que estamos para hacer que muchas historias no se pierdan con el tiempo,debemos contarlas y tratar de hacerlas imperecederas.

Te van contando parte de lo que quieres conocer,te van dando datos,ubicaciones y te hacen saber que no muy lejos de donde vives tienes el decorado de los hechos y te das cuenta de que tú sin saberlo has pasado infinidad de veces por allí,agradeces los datos proporcionados y según terminas la conversación te vas disparado hacía el lugar,con esa sensación de que inconscientemente ese lugar te llama para que acudas.
Exactamente no sé la distancia que había que recorrer,pongamos 4 kms de tierra totalmente rural por caminos que con la llegada del otoño y su caída de hoja le dan un toque tétrico,caminos en ocasiones rodeados de tierras abandonadas que en determinadas zonas es tal,que de no conocer el lugar te sería difícil por no decir imposible el encontrarlo.
Todos esos pasos encaminados hacia una casa o más bien hacia lo que quedaba de aquella casa que un día había albergado vida y en cuyos restos habían servido de refugio a aquel soldado desconocido,su último refugio,del que hoy apenas quedan en pie algunas piedras de lo que un día fue un hogar y practicamente tapado en su totalidad por la maleza,sin duda un paisaje lúgubre en el que te sientas e intentas imaginar como fue en su día y tratas de sumergirte en la piel de aquel último habitante del lugar.

El entorno me era familiar,de niño había jugado muchas veces por allí,un poco más abajo hay un bosque de pinos al que organizábamos excursiones para ir a por piñas,aquel paraje me encantaba con ese olor a pino y con un pequeño manantial que lo hacía más encantador y bonito,muchas veces me tumbé allí a escuchar el sonido del agua y de paso observar a alguno de sus animalitos,cosas de niños de pueblo.

Los alrededores me hicieron darme cuenta de que aquella zona era en donde más animales había visto muertos,otro de los detalles a los que no había prestado atención y que ¿quien sabe?quizás estaba relacionado con todo lo sucedido antiguamente en el lugar.

La casa estaba en un lugar bien camuflado entre árboles que incluso en otoño e invierno la ocultaban a la vista,sobre todo del pueblo que estaba a las faldas de aquella montaña por donde transcurría la mayor parte de vida,es decir,por donde pasa la carretera general,la montaña,el desfiladero que conduce a la falda,el río en donde en alguna ocasión un pequeño personaje nocivo de nuestra historia pescó en más de una ocasión,el pequeño pueblo núcleo de la zona y la carretera general,oficialmente es la nacional pero hay ciertas palabras que me cuesta pronunciar y escribir,me traen malos recuerdos.

No pude contemplarla desde el aire pero analizando la arboleda supongo que también desde las alturas le servía de camuflaje,lo remoto del lugar y esos caminos me hacían pensar que era un buen escondite,repito que de conocer la zona nunca llegarías ante sus paredes y eso mismo debió pensar aquel soldado.
Las horas de luz se me terminaban y me quedaba el camino de vuelta a casa,así que hice un recorrido rápido y bajé hasta donde se encontraban otras ruinas de otra casa aún mejor camuflada que la anterior lo cual me hizo pensar si no sería aquella en donde se había refugiado,estaba situada justo al lado de un prado,en un hueco que la naturaleza había hecho y que hacía imposible su visibilidad desde aquel prado,de querer verla tenías que saber que estaba justo ahí ya que desde cualquier otro punto era totalmente invisible y cuando te escondes se trata de eso,de ser lo más invisible que puedas.Tiré un par de fotos de la zona y regresé a casa,no quería tener que recorrer medio camino a palpo por aquellos pedregosos caminos,ya habría tiempo de saber cual de las dos casas era y tiempo para volver con más calma a empaparme de un trozo de historia.No había prisa,había encontrado una razón extra para quedarme allí más tiempo del previsto pero merecía la pena.

El soldado desconocido I





EL SOLDADO DESCONOCIDO

Nunca creí demasiado en las tradiciones cristianas,mi padre me dijo una vez que a las personas,lo que se les quiere hay que demostrárselo en vida,que luego una vez muerto no te vas a enterar.Digo esto por los que viven estas tradiciones tales como la de ir al cementerio el primero de noviembre,lo respeto y de eso va la historia,de muertos.
De las veces que fui al cementerio de mi pueblo,digamos que me llamaba la atención una tumba o más bien un trozo de tierra removida en el que se supone que debía de haber un muerto,pero en el que no había signos religiosos como la cruz o ni tan siquiera un nombre pero a menudo tenía flores.

Un día vieron a una persona depositar flores sobre aquella tumba y alguien le preguntó que si era de su familia,a lo que aquella persona respondió que no,¿ah entonces conoces a quien está ahí?,no,respondió,es la tumba del soldado desconocido.Aquello llamó mi atención y me hizo viajar en el tiempo recordando esos pequeños detalles o pequeñas historias que pasan desapercibidas por tus oídos pero que a la vez se te quedan guardadas en un rincón del cerebro esperando ese chispazo que las saque de nuevo a tu recuerdo presente.

En una aldea remota de la tierra asturiana en los años ochenta,incluso principios de los noventa tampoco había mucho en lo que entretenerse,una televisión en casa de los vecinos que se encendía en contadas ocasiones y la falta de ese invento que llegaría más tarde a nuestras vidas llamado internet,esa falta de entretenimiento moderno hacía que la gente se reuniese en los portales de las casas y hablase,sí amigos,hubo un tiempo no muy lejano en que eso de reunirse y hablar estaba de moda y no es ninguna leyenda.
Y creo recordar que en alguna de aquellas reuniones con los mayores del lugar casi siempre salía a la luz alguna historia del pasado,de aquellos tiempos de guerra en la que hermanos de la misma familia luchaban contra otros de sus hermanos en diferentes bandos,historias de cuando se tenían que refugiar e incluso llegar a pasar días metidos en cuevas para esquivar los bombardeos y como en ocasiones soldados despistados o patrullando pasaban por delante de las casas de aquella remota aldea.
Hablaban de un tiempo en el que siempre había algún chivato confabulado con el régimen que delataba a supuestos enemigos,de un tiempo en el que muchos se tenían que tirar al monte para sobrevivir o mejor dicho malvivir,no creo que el hecho de tener que vivir escondido sea algo agradable y menos convivir con la sensación de que en cualquier momento te pueden matar.
Unos tiempos en que sus ojos habían contemplado de madrugada aquellos famosos paseillos que consistían en sacar de casa a alguien mientras sus familiares gritaban pidiendo clemencia entre llantos,sabían que aquel iba a ser el último recuerdo suyo que tendrían,que jamás lo volverían a ver ni con vida ni sin vida.De los tiempos de guerra y los tiempos de los paseillos practicamente cualquier lugar era bueno para crear las tumbas sin nombre,lugares malditos o lugares tabues que a día de hoy pocos se atreven a buscar,un tema que algunos quieren silenciar y omitir esa parte de nuestra desgraciada y más negra historia y que está relacionado directamente con la desgracia ya que a los pocos que se atreven a urgar en esa herida les ocurre algo y no para bien precisamente y si no,ahí están las hemerotecas para comprobarlo.
Pocos fueron los cadáveres identificados,pocas las tumbas comunitarias o masivas que se conoce su ubicación y supongo que si en una comarca tan pequeña como la de mis antepasados hay una tumba sin nombre en su cementerio,las habrá en otros muchos y me imagino que este soldado desconocido tendría un nombre,unos apellidos,una familia que durante algún tiempo le buscó.Los que han vivido esta experiencia cuentan que aunque sepan que a quien buscan está muerto,les supone un gran alivio encontrar sus restos y darle su descanso eterno entre los suyos en el lugar que le corresponde o al menos saber en donde está y tener ese lugar al que visitar y poner unas flores aunque sea en ese día de los difuntos.
El mismo día que en mi mente comenzó a brotar este,mi humilde homenaje a ese soldado desconocido,a él y a su familia,para tratar de contar una historia cuyo fondo jamás se debe silenciar.