jueves, 20 de noviembre de 2014

El soldado desconocido III




                                                        PARTE III

A la mañana siguiente bien temprano y aunque el cielo amenazaba con lluvia me puse en marcha hacía el lugar de los hechos,para completar lo que no había podido terminar el día anterior.Esta vez quise esquivar esos caminos tétricos del otoño y atajé por prados queriendo ganar algo de tiempo.
Al acercarme a los prados más cercanos al de la casa comprobé que había vacas,unas que no estaban allí el día anterior,me cuesta creer que las hubieran dejado allí a la noche ya que cuando fui casi al oscurecer no estaban,no le di más importancia y supuse que el ganadero habría madrugado más que yo, en ocasiones donde hay vacas suele haber un toro,digamos que es el semental o bien el protector de un grupo de vacas,me di cuenta de que en aquel grupo no había uno si no dos toros,estaban relativamente lejos y seguí mi camino hasta que debieron de percatar una presencia extraña,la mía y decidieron venir a cortarme el paso justo por donde tenía que pasar para llegar al prado donde estaba la casa,tampoco a esto quise darle mayor importancia,son cosas que suelen pasar y preferí eso a pensar que algo quería hacerme ver que no pasara más allá,que dejase las cosas como estaban ni removiese el pasado,
normalmente los toros no tienen porque hacerte nada pero igual si creen que vienes a molestar o invades su terreno te atacan,pero no lo hacen al libre albedrío,primero,por lo general te suelen avisar,te miran fijamente,bufan y mueven una pata delantera alante y atrás sobre el terreno,raspándolo,si aún así continúas acercándote o haces algún movimiento brusco,lo más probable es que lo siguiente que ocurra es que corra para embestirte,eso mismo me hizo uno de ellos y no tenía muchas ganas de que me embistiese así que opté por irme lentamente acercándome a la muria separatoria para saltar al otro lado y salir de aquel prado.

Al saltar el murete y encontrarme a salvo aparecí casi al borde de la segunda casa derruida,la veía desde arriba y todo rodeado de maleza,allí tan sólo tenía un camino que era continuar entre todos aquellos escallos para poder alcanzar el camino a la otra casa.

Reconozco que tras haber puesto nervioso al toro que continuaba observándome,me acojonaba bastante la idea de desandar mis pasos,así que decidí tirar hacia delante abriéndome paso como podía a golpe de palo.No eran muchos metros para recorrer pero me llevó mi tiempo ya que si no ves donde pisas debes de tener más cuidado si cabe a la hora de caminar.

Ya en terreno sin maleza aparecí al lado de una cabaña,unos forasteros la habían construido allí hacía algunos años,aquella si que estaba totalmente camuflada en el entorno,mi parte cotilla no pudo evitar el asomarme por una ventana para ver su interior y comprobar que estaba totalmente vacía.Me senté en un banco de una mesa que había fuera y visualicé las imágenes de la gente que iba por allí de vez en cuando.

 
Como puse anteriormente no eran de la zona y rara vez les vi la cara porque la mayoría de ocasiones en las que venían a la cabaña era al anochecer o bien entrada la noche,pero nunca se quedaban allí,siempre hacían viajes de ida y vuelta.En el pueblo se extendían rumores acerca de a lo que se podía dedicar aquella gente con sus trajines modernos,pero claro,en los pueblos ya se sabe,a la gente le gusta hablar por hablar y en muchas ocasiones la mayoría de los comentarios suelen tener bastante ausencia de realidad,pero cierto es que aquellos viajes nocturnos eran raros de narices.No recuerdo bien cuanto tiempo se repitieron pero no fue demasiado,un buen día dejaron de venir y nunca más nada se supo de ellos.
Sabiendo parte de la historia del soldado,recordando la cantidad de animales muertos que había visto por aquella zona y luego con la desaparición de esta gente,sé que no tendrá nada que ver ni estará relacionado entre sí pero si lo piensas bien ¿por qué no puede estarlo?le da un toque más de misterio y lo hace todo un poco más interesante,otro en mi lugar quizá habría encontrado otro motivo para no seguir adelante,no fue mi caso.

Lo que me había llevado hasta allí era el soldado,ver con calma in situ el lugar donde pasó sus últimos días,me levanté de mi descanso,di unos cuantos pasos,no muchos para al poco rato poder contemplar con mis ojos y con calma los escasos muros que quedaban de lo que hacía muchos años le había servido de refugio.



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