miércoles, 22 de febrero de 2012

El recuerdo sigue vivo


     Voy contaros una historia que aconteció el pasado verano y de la cual fuí testigo de primera mano.
Es la historia de 4 perros que vivían juntos,cada cual con su personalidad y su caracter y que entre si poco o nada tenían que ver el uno con el otro,salvo la vida que han llevao y que el destino hizo que a los 4 les abandonaran.Se trata del perro Yaky y las perras Alba,Keisy y Masti.
Yaky el típico perro que será un cachorro eternamente,alegre,juguetón,algo bobalicón y torpe,Kaisy la típica perrita mimosa que siempre va en busca de una caricia,de que la rasques y siempre dispuesta a sorprenderte cuando menos lo esperas con un lametón en la mano o en el brazo,Alba,quizás la mas arisca de los 4,que parecía vivir en su mundo como que nada iba con ella y por último Masti,la mas anciana del grupo,la jefa de la manada,de carácter tranquilo,bonachona y con un gusto por el portal de mi casa que a veces parecía mas su casa que la mía,ya que en ocasiones se echaba en la puerta y tenía que saltarla para poder entrar o salir.

Los 3 primeros eran compañeros de casa y la líder era la encargada de vigilar por las noches desde su portal,en donde tenía su caseta.Y así pasaban los días hasta que claro,fruto de la edad o vete tú a saber que,una enfermedad afectó a nuestra líder.Llegó un día que casualmente era gris y a ella ya se la veía distinta,mas apagada.Coincidió con el día en que pusimos el suelo a nuestro portal y lo cerramos con una escalera puesta a la larga y unas maderas a modo de frontera para que no se pisase el suelo recién puesto,lo íbamos a dejar secar durante la noche.

Masti llevaba,como ya dije,todo el día apagada,triste y casi sin moverse del sitio,ni siquiera agitaba el cuenco de la comida como hacía a todas horas,pero a la noche me sorprendió un estruendo,que a la postre sería premonitorio.El ruido fue provocado por Masti que había tirado la escalera y las maderas para ponerse una vez mas en el portal de mi casa,pero fue tan solo durante unos segundos,en cuanto me asomé para ver que había ocurrido,la perra se marchó del portal.

A la mañana siguiente la perra estaba a unos metros de casa,ya dando claros síntomas de estar muy enferma y a mi me dió muy mala espina,llameá por teléfono a la dueña diciéndole lo que había,que tenía muy mala pinta,pero mientras eso ocurría,la perra desapareció.
Era viernes y los viernes me suelo marchar de comida con amigos por ahí,pero aquel viernes,no me acuerdo del motivo,no hubo comida y no me fui,segunda cosa premonitoria.
No s fuimos en su busca y la encontramos,pero ya le costaba hasta caminar y se encontraba ya en un estado como el de un zombi,la trajimos como pudimos hasta su caseta en la que,en un último esfuerzo,se introdujo y tuvo la capacidad de girarse para sacar su cabeza para mirarnos y después tumbarse,un último viaje del que ya no se despertó.

Mientras tanto,Keisy,que era la segunda perra mas veterana del grupo se postró junto a la caseta de Masti y desde allí se ocupó de que ningún otro perro se acercara a molestar a Masti,gruñendo y ladrando,sacando carácter y allí permaneció hasta que llegó el fatídico momento de la despedida.Nuestra Masti dejaba de respirar,en algo que fué fulminante en menos de 24 horas,pero Keisy no se movía de allí,creo que si no fuera por su reducido tamaño,ni siquiera habríamos podido hacer que entrara en casa a dormir.

Había que hacer una poza para enterrar a la perra pero se nos hizo de noche,así que decidimos dejarlo para la mañana siguiente en el que Masti hizo su último viaje,eso si,acompañado de sus 3 compañeros que quisieron estar ahí hasta el último momento.

Y a partir de ahí es en donde entra el instinto perruno,su fidelidad y su manera de recordar a los seres queridos que ya no están.Nosotros los humanos recordamos mentalmentey así esas personas que nos faltan sigen vivos en nuestro recuerdo,no sé si un perro tiene esa facultad,pero descubrí que tienen una forma peculiar de recordar....

Yaky seguía siendo igual de juguetón que antes pero añadió una cualidad mas a su repertorio,la de hacer numeritos con el cuenco de la comida que nunca antes había hecho.Keisy por su parte,debió de heredar los galones de veterana y cuando está en la calle suelta,se encarga de vigilar y alertarnos de cualquier detalle que se salga de la normalidad y Alba dejó de ser tan arisca y se volvió mas cercana y de la noche a la mañana se enamoró de mi portal y ahora es a ella,a quien a menudo tengo que saltar para entra o salir de casa.
Además del recuerdo mental de nuestra Masti,cada perro nos ayuda a que creamos que aún sigue allí,cada uno aporta para tratar de suplir su ausencia para que todo trancurra de una manera casi igual,puede sonar a cuento,puede sonar a fruto de la imaginación y tal vez lo sea,pero al menos yo,a través de esos perros,sigo viendo a nuestra vigilante Masti.
Si alguna vez tengo otra vida me gustaría ser perro,tienen unos valores,que muchos de los que nos consideramos los mas inteligentes de la creación,carecemos,mucho deberíamos aprender del mundo animal en general.

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