sábado, 24 de julio de 2010

Pongamos que se llama...


No son horas para estar sin dormir
con esto que ahora ronda en mi cabeza,
recuerdos que no paran de venir
acudiendo firmes y con certeza.
Cuando la vi en aquella gasolinera
a altas horas de la madrugada
sentí unas ganas de comérmela entera
como si alrededor no existiera nada.
Me abrió las puertas de su casa
ofreciéndome su cobijo y un colchón,
cuando sonriendo me dijo ven y pasa...
allí se desato toda nuestra pasión
y entre palabras,besos y risas
sobre nuestros cuerpos amaneció
secándonos todas nuestras prisas,
el tiempo para nosotros desapareció
y perdí de los días la cuenta
en los que nada ni nadie nos separo
mojandonos con nuestra tormenta
que nuestra fiesta nudista inundo.
hubo mas momentos para no olvidar
pero no quiero abusar de su inspiración,
que esta musa aun mas me ha de contar
para emborronar mucho mas que un renglón.
la musa a la que no puedo nombrar
es y sera para todos ustedes
que ahora la vuelvo a bautizar
pongamos que la llamo...Mercedes

2 comentarios:

  1. qué gran momento! dicen que a las musas precisamente no se las nombra porque pierden la magia de la inspiración....(creo que son chorradas pero weeno)saludosss!!!

    ResponderEliminar
  2. donde hay arte y grandes mundos interiores los comentarios sobran....simplemente, estare aqui mismo...... adelante

    ResponderEliminar