jueves, 8 de julio de 2010

El penal de sus adentros


Cada segundo que pasa
es un tiempo que agoniza,
que va agrandando la masa
que por dentro le apaliza.
Cada grano de arena
que por el reloj se desliza
es parte de una condena
que en la pena te hipnotiza.
Cuando ya no ves mas allá
de los muros que te encierran,
porque nada te quedara
si tu sonrisa entierran,
si pierdes las ganas de sentir
cuando no eres el afortunado
que escuchando su latir
no se quedaba ahí tirado.
Cuando no salen alegres canciones,
las que habías imaginado,
y te salen estos dramones
de quien se ha marginado
poniendo cerco a su alrededor
con un estúpido caparazón,
nada queda de aquel soñador
que sonreía en su corazón,
¿donde esta ese capullo
preso sin ninguna razón?
se ha encerrado en su orgullo
condenado por su imanación,
dice no necesitar de abogado
para que su condena reduzca
y muy mal se ha portado
para su rebaja por buena conducta,
tampoco quiera pase per nocta,
ni visitas,ni los bis a bis,
ya nada de eso le importa
ni siquiera recuperarse en un plis,
pues ahí se siente calmado,
mientras la arena se desliza
va pintando el tiempo pasado
en la pared con una tiza
esperando a cumplir condena
en la celda del penal de sus adentros
para abandonar allí su pena
que le acompaña en estos momentos,
un imaginario jurado le dictamino
que para recuperar su alegría
cumularía lo que el juez sentencio
una condena de tres años y un día

No hay comentarios:

Publicar un comentario