jueves, 25 de agosto de 2011

Salteador de caminos


Como buen salteador de caminos
con pobres asaltos de poca monta,
sobrevivo escondido entre los pinos
en un lugar que a nadie le importa,
cansado de mojarme en la tormenta
he decidido romperles la baraja
a los que trabajan con el absenta
asaltándoles a punta de navaja.
Y al poner el pie en el estribo
cubro mi cara con pañuelo de lino
y todo a mi paso yo derribo,
todo lo que se cruce en mi camino,
vuelve a inundarme esa adrenalina
a lomos de mi fiel compañero
que es mi particular insulina
que me hace salir en busca de dinero.

Salimos a la caza siempre al galope
buscando que nos guiñe un ojo la fortuna,
contamos las monedas tras cada golpe
en nuestra guarida al caer la luna.
Salteador de caminos profesión en declive,
mucho sacrificio para tan pingüe beneficio,
dedicación no apta para gente sensible,
nos quedan de las heridas los orificios
de cuando nos quisieron atrapar,
vivimos intranquilos,con sobresaltos,
por los pelos nos pudimos escapar
de alguna emboscada en algunos asaltos.
Pero es aquí donde quiero recordar
como comencé a ser un bandido,
quien manda me logró arrebatar
absolutamente todo lo que había tenido.

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