EL SOLDADO
DESCONOCIDO
Nunca creí
demasiado en las tradiciones cristianas,mi padre me dijo una vez que
a las personas,lo que se les quiere hay que demostrárselo en
vida,que luego una vez muerto no te vas a enterar.Digo esto por los
que viven estas tradiciones tales como la de ir al cementerio el
primero de noviembre,lo respeto y de eso va la historia,de muertos.
De las veces que fui
al cementerio de mi pueblo,digamos que me llamaba la atención una
tumba o más bien un trozo de tierra removida en el que se supone que
debía de haber un muerto,pero en el que no había signos religiosos
como la cruz o ni tan siquiera un nombre pero a menudo tenía flores.
Un día vieron a una
persona depositar flores sobre aquella tumba y alguien le preguntó
que si era de su familia,a lo que aquella persona respondió que
no,¿ah entonces conoces a quien está ahí?,no,respondió,es la
tumba del soldado desconocido.Aquello llamó mi atención y me hizo
viajar en el tiempo recordando esos pequeños detalles o pequeñas
historias que pasan desapercibidas por tus oídos pero que a la vez
se te quedan guardadas en un rincón del cerebro esperando ese
chispazo que las saque de nuevo a tu recuerdo presente.
En una aldea remota
de la tierra asturiana en los años ochenta,incluso principios de los
noventa tampoco había mucho en lo que entretenerse,una televisión
en casa de los vecinos que se encendía en contadas ocasiones y la
falta de ese invento que llegaría más tarde a nuestras vidas
llamado internet,esa falta de entretenimiento moderno hacía que la
gente se reuniese en los portales de las casas y hablase,sí
amigos,hubo un tiempo no muy lejano en que eso de reunirse y hablar
estaba de moda y no es ninguna leyenda.
Y creo recordar que
en alguna de aquellas reuniones con los mayores del lugar casi
siempre salía a la luz alguna historia del pasado,de aquellos
tiempos de guerra en la que hermanos de la misma familia luchaban
contra otros de sus hermanos en diferentes bandos,historias de cuando
se tenían que refugiar e incluso llegar a pasar días metidos en
cuevas para esquivar los bombardeos y como en ocasiones soldados
despistados o patrullando pasaban por delante de las casas de aquella
remota aldea.
Hablaban de un
tiempo en el que siempre había algún chivato confabulado con el
régimen que delataba a supuestos enemigos,de un tiempo en el que
muchos se tenían que tirar al monte para sobrevivir o mejor dicho
malvivir,no creo que el hecho de tener que vivir escondido sea algo
agradable y menos convivir con la sensación de que en cualquier
momento te pueden matar.
Unos tiempos en que
sus ojos habían contemplado de madrugada aquellos famosos paseillos
que consistían en sacar de casa a alguien mientras sus familiares
gritaban pidiendo clemencia entre llantos,sabían que aquel iba a ser
el último recuerdo suyo que tendrían,que jamás lo volverían a ver
ni con vida ni sin vida.De los tiempos de guerra y los tiempos de los
paseillos practicamente cualquier lugar era bueno para crear las
tumbas sin nombre,lugares malditos o lugares tabues que a día de hoy
pocos se atreven a buscar,un tema que algunos quieren silenciar y
omitir esa parte de nuestra desgraciada y más negra historia y que
está relacionado directamente con la desgracia ya que a los pocos
que se atreven a urgar en esa herida les ocurre algo y no para bien
precisamente y si no,ahí están las hemerotecas para comprobarlo.
Pocos fueron los
cadáveres identificados,pocas las tumbas comunitarias o masivas que
se conoce su ubicación y supongo que si en una comarca tan pequeña
como la de mis antepasados hay una tumba sin nombre en su
cementerio,las habrá en otros muchos y me imagino que este soldado
desconocido tendría un nombre,unos apellidos,una familia que durante
algún tiempo le buscó.Los que han vivido esta experiencia cuentan
que aunque sepan que a quien buscan está muerto,les supone un gran
alivio encontrar sus restos y darle su descanso eterno entre los
suyos en el lugar que le corresponde o al menos saber en donde está
y tener ese lugar al que visitar y poner unas flores aunque sea en
ese día de los difuntos.
El mismo día que en
mi mente comenzó a brotar este,mi humilde homenaje a ese soldado
desconocido,a él y a su familia,para tratar de contar una historia
cuyo fondo jamás se debe silenciar.
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